jueves, 5 de julio de 2012


Tú no preguntes a donde, yo sólo ando.

 
Aquí todo cambia, todo pasa y nada queda, querrán comprarte con treinta monedas.
Y querrán que te arrepientas por todos tus pecados, venderte la libertad y que la
pagues al contado. Aquí el reloj no se detiene, todo va y todo viene. Aquí el dinero
sólo sabe hacer rehenes. Los trenes que se escapan son mentira, siempre hay otra
estación donde brilla más la vida. Prefiero las verdades con espinas que las mentiras
con seda, el amor, la amistad, las caricias que se enredan.
Esas cosas que no podrán comprar jamás con treinta monedas.

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