Era morena. Ojos azules. Me encantaba verla cuando brillaba al sol.
El único fenómeno capaz de hacerla más guapa aún. Aunque de cerca
era bellísima. Cuado se reía todo su pelo de movía. Como si el viento
coqueteara con ella.Que envidía le tenía. No me cansaba nunca de estar
a su lado. S cara era bonita, por no decir la más bonita que he visto.
Blanca,blanquisima.Ni la mismisima Blancanieves le hacía competencia.
Ese curpo de chica de 14 años, con todas sus imperfecciones y yo la veía
perfecta. Esas mejillas coloradas como si estuviera muerta de verguenza.
Esos labios que siempre llevaba con aquel brillo, tan coqueta como siempre.
Con sus pendientes largos y todas aquellas pulseras que nunca se quitaba.
Esa colonia que olia tan bien, se la podía oler a km de distancia. Ya me 
acordaba de ella al minuto 0 de despedirnos en la puerta desu casa con un
"mañana hablamos"Nunca olvidaré la última vez que hablamos como amigas
pequeña, aquella camiseta y esos pantalones cortos. Ese pintalabios y aquel
cinturón de vuelta. Aquella fría despedida,aquel abrazo, que si hubiera sabido
que sería el último,aún te seguiría abrazando.


Gracias, fue tan bonito, por darme tanto cuando era niño. A ti, por todo aquel tiempo.

Escalofriante,deseo,pérdida de la noción del tiempo y más deseo.Se iba quitando su antifaz,iba desterrando
su pasado, su presente y su futuro, ahora estaba ante mí y el resto no importaba. Yo iba haciendo lo mismo,
iba palpando  nuestras sombras que se encendían a cada soplo. Ibamos olvidando lo que estaba bien y lo  que
estaba mal, probablemente el mundo se estuviese debatiendo entre la vida y la muerte ahí fuera pero nosotros
estabamos vivos,muy vivos. Recorría mis fronteras, mis líneas imaginarias como un cautivo que quiere
escaparse de su opresión, y lo lograba, pasaba de nación en nación a su antojo, en cada palmo de mi piel.
Yo me reflejaba en su mirada, nunca había sentido tal conexión,  un amor personificado, nos mirábamos y
sonreíamos cómplices al tiempo. Jugábamos a desafiar a la suerte, que hoy nos cubría de tréboles de cuatro
hojas,pero quién sabe si otro día caeríamos en un martes y trece.

           Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazóm es una palabra 
           cursi. Nunca le faltó una sonrisa, estaba acostumbrada a decir que sonreir es 
           como un disparo al olvido, y además siempre citaba a Shakespeare con:


                                                        "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón,
                                                          el mundo no va a detenerse para que lo arregles"