Cada vez que estaban juntos saltaban chispas. Todos lo sabían. Verlos pasar despertaba la envidia de todos. Estaban hechos el uno para el otro. Él la protegía a cualquier precio y ella le regalaba cada sonrisa. Movían el mundo con sólo mirarse. Nunca fue una historia corriente, tratandose de ellos, no podía serlo.
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