de la palidez de los domingos,
de la noche abierta en canal sobre tus manos.
Del te odio y la demora,
de tus miedos y los míos,
de la risa de niño que me habita algunas veces.
Alguien habló de todo eso,
aquí en la calle,
donde estamos tú y yo,
y este día que termina.
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